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5.2.3 ¿Cuáles son las características específicas de la existencia humana?

Para algunos filósofos el aspecto fundamental del ser humano y una de sus características más importantes es la conciencia de sí mismo. El hecho de poseer autoconciencia es lo que nos hace personas, lo que nos permite percatarnos de nuestra propia existencia, así como la de los demás y la del mundo. Immanuel Kant, en su obra Antropología en sentido pragmático, lo planteó en los siguientes términos: “El hecho de que el hombre pueda tener una representación de su yo lo realza infinitamente por encima de todos los demás seres que viven sobre la tierra. Gracias a ello es el hombre una persona, y por virtud de la unidad de la conciencia, en medio de todos los cambios que puedan afectarle, es una y la misma persona, esto es, un ser totalmente distinto, por su rango y dignidad, de las cosas”.

Actuar intencionalmente es hacerlo a partir de un conjunto de actitudes, creencias, deseos, temores, y demás cosas parecidas. Pero —y esto es muy importante— la intencionalidad siempre está dada desde la primera persona, esto quiere decir que siempre tenemos experiencias del mundo y de los demás desde la perspectiva que nos ofrece nuestra propia subjetividad.

Con ello no queremos decir que sólo tengamos experiencias de nuestro cuerpo o mente, sino que toda experiencia parte de esta situación existencial en la que estoy envuelto y que podemos definir como el ser un “yo”. Esto es, que no existen experiencias o acciones despojadas de un referente personal: si hay experiencia es de un yo que la vive y le da sentido. La existencia humana se caracteriza tanto por ser intencional como por experimentarse desde la primera persona.

Otro rasgo fundamental de la existencia humana es, entonces, estar dotada de una determinada identidad. Ésta no es algo que se dé por el solo hecho de existir; en el caso de las personas, poseer una identidad no es un hecho natural ni inmediato, sino social o cultural. De esta manera, la existencia humana podría definirse como una constante búsqueda por comprender su lugar en el mundo, su relación con los demás y su propia naturaleza.

Sólo nos comprendemos a nosotros mismos desde las relaciones que establecemos con los demás, desde las acciones que realizamos todos los días y desde las creencias que sostenemos. ¿Quiénes somos al margen de lo que hacemos, pensamos y decimos? 


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