conocimientos fundamentales

| filosofía | las artes y la belleza

Página anterior Página siguiente





7.2 REPRESENTACIÓN (MIMESIS)

La catedral de Rouen

La catedral de Rouen, de Pierre Dumont, circa 1912.

¿Es el arte una imitación de la realidad? Para entender la relevancia de esta pregunta pensemos en una obra de arte clásica, por ejemplo, el David de Miguel Ángel. De primera instancia podríamos decir que se trata de un pedazo de mármol, pero tiene una forma. Esa forma es la de una figura humana. La estatua no es un ser humano, sólo tiene la forma de uno, es decir, parece un ser humano. ¿Parece un ser humano porque lo imita? No obstante, no hay ninguna persona con las dimensiones gigantescas del David. En este caso, la imitación no sería una “copia exacta” de la realidad, sino que incluiría también un cierto grado de transformación. De ese modo, ¿sería posible afirmar que el arte es una representación o imitación de la realidad?

Antes de pensar en ello, hay que señalar algo de suma importancia: si decimos que el arte mimetiza la realidad, estamos también afirmando que el arte establece una relación con ésta. Ése es el punto nodal de la mimesis, es decir, esta categoría establece que el arte se relaciona con algo que lo trasciende, digamos, por lo pronto, “la realidad”. ¿Cuál es la naturaleza de esta relación? Todavía hay otra cuestión más: si el arte es mimesis o representación, ¿qué y cómo lo representa?

Hasta aquí hemos señalado ya tres puntos fundamentales: a] la posibilidad de pensar la obra de arte como mimesis; b] la mimesis establece una relación entre el arte y “la realidad”, y c] decir “la realidad” es demasiado vago y general, por lo que es menester reflexionar acerca del modo en que el arte representa, para desde ahí poder preguntar por aquello que representa.


Inicio de página