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TEMA 1. RAZONAMIENTO LÓGICO

Gabriela Hernández Deciderio
Gabriela Rodríguez Jiménez


El transporte de las fuerzas

El transporte de las fuerzas, de Fernand Leger, 1937.
Fotografía de Jean-Pierre Dalbéra / CC BY 2.0

1.1 INTRODUCCIÓN

El mundo en el que vivimos exige contar con una serie de habilidades para procesar un cúmulo de información y distinguir lo relevante de lo que no lo es; demanda que las personas desarrollen una actitud crítica que les permita asumir una postura frente a los hechos que ocurren a su alrededor y que sean capaces de fundamentarla racionalmente. Las sociedades democráticas actuales reclaman cada vez mayor participación en la toma de decisiones colectivas, lo cual requiere superar el nivel de las simples opiniones y prejuicios para arribar a acuerdos racionales con los otros, que nos lleven a una mejor convivencia social. El mundo del trabajo demanda personas con habilidades para resolver problemas, capaces de potenciar los recursos disponibles y de discutir racionalmente con sus equipos de trabajo, a fin de alcanzar acuerdos y tomar decisiones acertadas. Todas estas situaciones tienen un factor común: contar con conocimientos de lógica y ponerlos en práctica puede hacer una diferencia en la medida en que la lógica es una disciplina encaminada a ayudarnos a mejorar nuestros razonamientos.

Saber lógica nos permite adquirir conciencia de cómo están formados nuestros razonamientos, de que a veces producimos razonamientos exitosos y otras no. En este capítulo veremos que la lógica es una ciencia en tanto es un conjunto de conocimientos teóricos, sistemáticos y rigurosos sobre los razonamientos; pero también es un arte, en tanto nos sirve para desarrollar habilidades y actitudes adecuadas para el razonamiento y particularmente para la argumentación, en la cual los razonamientos están ligados a un contexto y se producen de manera dinámica en atención a diversas finalidades.

La lógica puede dotarnos de herramientas para evaluar nuestro trabajo intelectual, nuestras decisiones cotidianas y metas; comprender y asimilar información; extraer conclusiones y consecuencias; fundamentar puntos de vista; detectar errores argumentativos y resolver problemas. Al mejorar nuestra capacidad para pensar con mayor orden, claridad, coherencia, precisión, elegancia y profundidad, se llega a pensar de manera lógica. La lógica también nos ayuda a desarrollar actitudes para convertirnos en personas ordenadas, críticas y disciplinadas, lo cual nos permite maximizar nuestras habilidades intelectuales.

La lógica se ha desarrollado de manera vigorosa durante más de dos mil años, y como una ciencia formal —gracias al acercamiento de filósofos y matemáticos— ha alcanzado mayor rigor y poder con la creación de sistemas formales axiomáticos que le han permitido crecer en forma impresionante y ser un pilar importante para avances científicos y tecnológicos como los que se han logrado al asociarse con las ciencias computacionales. Sin embargo, nuestro acercamiento a la disciplina aquí no será por la vía formal, nos centraremos en sus aspectos con mayor aplicación en la cotidianidad. Esta perspectiva de una lógica aplicada tiene su base en la ciencia formal rigurosa que, gracias a estudios informales de la argumentación, puede ofrecernos métodos concretos de aplicación en las diversas situaciones en las que tenemos que generar o analizar argumentos (contextos argumentativos). Esto nos muestra que la lógica no es exclusiva del ámbito académico o profesional, sino que también tiene posibilidades de aplicación en la vida diaria, por ejemplo, al ver una película o una obra de arte; al asumir una postura frente a lo que se escucha en la calle o en la radio, lo que se ve en la televisión, lo que se lee en revistas y periódicos, o frente a los acontecimientos históricos y sociales, así como en el diálogo cotidiano con las personas, porque en todas estas actividades se requiere la generación de puntos de vista y de su justificación argumentativa.

La lógica puede repercutir positivamente en la vida de cada persona al enriquecer y perfeccionar sus ideas, al mismo tiempo que la hace más crítica, porque estará más abierta a analizar el pensamiento propio y el de los otros, y no se contentará con aceptar acríticamente las propias creencias o las de los demás, sino que pedirá y dará razones de por qué cree lo que cree. 


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