"¡Cuidado! ¡Fuego!" ¿Son textos? La respuesta es sí. Es imposible que nos comuniquemos de otra manera que no sea mediante textos. ¿Por qué los consideramos textos?:
Los textos escritos tienen un mayor grado de complejidad que los textos orales, pues, a diferencia de la comunicación oral, en la comunicación escrita el contexto y la situación de enunciación están ausentes. El texto escrito sólo cuenta con las palabras y los signos de puntuación para mostrar una serie de elementos que complementan la comunicación; en la forma oral, dichos elementos se expresan por medio de aspectos no lingüísticos, pero que también transmiten información: gestos, tonos, pausas, silencios, etcétera. Asimismo, por lo general, la interlocución mediante textos orales tiene lugar en un tiempo y un espacio precisos, salvo que se trate de grabaciones; en cambio, los textos escritos perduran y pueden leerse en cualquier momento, factor que de igual modo puede modificar los procesos de interpretación.
Por otra parte, a la luz de las nuevas tecnologías, y fundamentalmente con la llegada de Internet, hay aspectos que han cambiado en la forma de leer y escribir, pues prevalecen los textos mixtos, orales, escritos, icónico-verbales y audiovisuales.